Camino de santiago. Molinaseca - O'Cebreiro. 63km

Orgulloso no, lo siguiente. Así es como se debe sentir una Galicia  de si mismo. No sólo me siento así por mi mismo, en estos momentos el mayor orgullo de todos es el que tengo por mi compañera de viaje. Una etapa memorable para mi, mucho más que eso estoy seguro para ella. 

Cebreiro fue un titan en la etapa, Bea se hizo aun más grande para superar el día y superarse a si misma.
Pasamos Ponferrada de la mejor posible aprovechando el carril bici al máximo. Como nos pasó en León, las ciudades grandes son un poco coñazo de pasar, pero el casco antiguo de Ponferrada nos dejó buen sabor de boca.
Después de Ponferrada la etapa cambio de color bastante con respecto a las recorridas los días anteriores. El verde ya se hace muy abundante, los montes, repechos, cuestas se multiplican haciendo del día una verdadera ruta rompepiernas, aunque eso sí, con paisajes verdaderamente bonitos.
Villafranca del Bierzo es uno de los pueblos interesantes que pasamos hoy y en que tomamos unas buenas fotos.
Con todo eso llegamos al punto culminante del día. 48 km ya, y entramos por Vega de Valcarce, lugar en el cual habíamos decidido que comeríamos y decidiriamos si abordar la subida a O'Cebreiro. Unos menús del día y varias llamadas sin éxito al albergue de Cebreiro nos llevan al debate de si continuar hasta arriba o no, la gesta era parte de nuestro destino. Subir a O' Cebreiro hoy ya estaba decidido en mi opinión, solo el miedo a lo desconocido y a la zozobra que embargaba a Bea nos hacían dudar sobre la determinación a tomar.
BRAVO UNA VEZ MÁS POR MI COMPI!!!, un redbull a modo de dopping y una dosis de valentía nos llevaron a subir sobre nuestras amigas las bicis y afrontar tan temido reto.
12 km de subida sin parar, con un desnivel desde 500 mts sobre el nivel del mar hasta más de 1300. Para Bea en algunos momentos casi fue demasiado, pero el arrojo y el valor fueron los valores que acabaron con sus nalgas en el suelo, con la espalda apoyada sobre una pared y su amiga "linda" con alforjas incluidas en medio de una calle del pueblo ddestino, Cebreiro. Tal gesto de cansancio denotaba su cara que todo el que pasaba cerca la preguntaba si estaba bien o la ofrecían agua con el único objetivo de aliviar su cansancio.
Me fui a buscar albergue, sin éxito, hoy está todo al completo. Una casa rural nos dará cobijo, menos económica que el albergue pero hoy nos recrearemos en la ducha y no haremos uso de tapones eliminando temores a que algún ronquidos man nos de la noche otra vez. El descanso de hoy merece cualquier esfuerzo.
Terminó el día con nuestra partidita, cervecitas (estrella galicia, que ricas) y bocadillito pa cenar y a sobar.
Chicos, lo peor está pasado, a partir de ahora nos queda, creo, etapas más sencillas. Ya hemos entrado en Galicia.
Unas fotos como siempre, para admirar los grandisimos paisajes y vista de éste coloso del camino y de la ruta en si.
Hasta mañana chicos.