En el ciclismo es muy importante la coordinación. Existen
2 tipos de pedaleo que inciden en la coordinación: Uno él que hacemos muchos,
es el llamado “Pedaleo a Pistón” Este primero se basa
fundamentalmente en empujar hacia abajo los pedales, donde existen puntos
muertos. No hay coordinación, se va a trompicones y el otro es el pedaleo
redondo, en el cual tenemos que imaginar que nuestras piernas son como las agujas del reloj.
Entre la 1 y las 5
Es la franja en la que aplicamos la mayor fuerza al pedaleo. Para sacarle el
máximo beneficio a esta franja, tenemos que tener en cuenta tres fases:
1- Utiliza
los cuádriceps para empujar hacia delante el pedal hasta llegar a las
3.
2- A
partir de las 3 utilizaremos los glúteos para empujar hacia abajo.
3- Cuando
nos acerquemos a las 5 utilizaremos los gemelos para extender el pie.
Imagen de http://trainingnowadays.wordpress.com |
Entre las 5 y las 7
Esta es una posición de tránsito, pero es la zona que puede marcar la
diferencia. Aplicar correctamente la fuerza en esta zona ayudará a la
otra pierna a comenzar con más inercia su recorrido. Tenemos que empujar
hacia atrás. Con los dedos inclinados hacia abajo empujaremos hacia atrás,
donde entrarán en juego los isquiotibiales, y levantando el tobillo para
que los dedos "arrastren" el eje.
Entre las 7 y las 10
Es una zona de apoyo, donde manda la pierna contraria (que está entre la 1 y las 5, la zona donde se aplica mayor fuerza). En esta zona, habrá dos vectores de fuerza. Atrás: Sigue tirando hacia atrás con los isquiotibiales, no podrás hacer mucha fuerza (más hace el cuádriceps de la pierna contraria) pero
notarás cómo se agiliza la pedalada. Arriba: Una vez superada las 9, utiliza los flexores de la cadera para impulsar hacia arriba el pedal. Al igual que en el paso anterior, no notarás un gran aporte de potencia (el glúteo de la otra pierna está en acción), pero sí verás su contribución a conseguir un pedaleo fluido. Levantar los dedos del pie te ayudará a llevar el pie hacia la posición más alta de la zona de pedaleo.
Es una zona de apoyo, donde manda la pierna contraria (que está entre la 1 y las 5, la zona donde se aplica mayor fuerza). En esta zona, habrá dos vectores de fuerza. Atrás: Sigue tirando hacia atrás con los isquiotibiales, no podrás hacer mucha fuerza (más hace el cuádriceps de la pierna contraria) pero
notarás cómo se agiliza la pedalada. Arriba: Una vez superada las 9, utiliza los flexores de la cadera para impulsar hacia arriba el pedal. Al igual que en el paso anterior, no notarás un gran aporte de potencia (el glúteo de la otra pierna está en acción), pero sí verás su contribución a conseguir un pedaleo fluido. Levantar los dedos del pie te ayudará a llevar el pie hacia la posición más alta de la zona de pedaleo.
Entre las 10 y al 1
Tiraremos hacia delante a través de los flexores de la cadera (puedes fijarte en llevar las rodillas hacia arriba y hacia delante, y continuaremos el movimiento anterior hasta superar las 12. Desde este punto podremos empezar el empuje con el cuádriceps. Bajar el talón hasta la altura del eje del pedal nos ayudará a ejecutar este gesto.
Tiraremos hacia delante a través de los flexores de la cadera (puedes fijarte en llevar las rodillas hacia arriba y hacia delante, y continuaremos el movimiento anterior hasta superar las 12. Desde este punto podremos empezar el empuje con el cuádriceps. Bajar el talón hasta la altura del eje del pedal nos ayudará a ejecutar este gesto.
Imagen de http://www.bikesopportunity.com |
Para saber si se está haciendo bien el pedaleo, podemos
comprobarlo trabajando con una pierna y veremos las distintas fases y luego
hacerla con la otra, para intentar conseguir mejorar nuestra forma de pedalear.
Además de esto también podemos mejorar nuestro pedaleo
con los platos ovalados.
Ahora bien algunos dirán que no es efectivo el pedaleo
redondo otros que sí, las opiniones sobre este tema son diversas, pues bien
vamos a citar algunos autores que han estudiado en profundidad el tema, así nos
encontramos con Cavanag y Sanderson (1986) dicen que tirar hacia arriba es una
característica clara que caracteriza a los corredores de nivel y que con ello
pueden llegar a aumentar hasta un 30% la eficiencia de la pedalada. Por el
contrario tenemos a otros autores como: Hoes y col. (1968), Gregor(1976),
Lanfortune y col. (1983), Álvarez (1995), dicen que tirar hacia arriba es una
especie de mito que no es real, a lo sumo, se consigue dejar al pedal sin carga
durante la parte final del ascenso, en el intervalo entre 310º - 360º, o
conseguir un pequeño intervalo con carga normal positiva, aunque esta es en pequeña magnitud.
Tirar hacia arriba es una expresión que quiere decir que
se ejerce fuerza en la fase en la que el pie está subiendo (180º-360º o lo que
es lo mismo entre las 6 y las 12).
Por lo tanto no se ha demostrado, cuál es el mejor estilo
de pedaleo, desde el punto de vista biomecánico, es decir, aquel que requiera
menor energía por unidad de potencia producida.
Lo mejor es ponerlo en práctica y una vez experimentado,
a través de las sensaciones que tengamos, seguiremos con el pedaleo que
tengamos adquirido o lo cambiaremos por el pedaleo redondo, en caso de que no
lo hiciéramos anteriormente.
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