Después de mucho tiempo haciendo
rutas, subidas, bajadas, llanos, otra vez subidas, subidas y más subidas, que
es lo más les gusta a Javo y a Chesto, y leyendo sobre nuestras andanzas por
esos caminos conocidos y desconocidos, llega la hora de compartir unos consejos
para esos momento en los más se disfruta en una ruta, por lo menos yo: los
descensos.
Haciendo acopio de conocimientos
adquiridos, tanto por la experiencia como por los consejos que a uno le han
dado, y por qué no decirlo también, una pequeña búsqueda en nuestra querida red
de internet, os dejo unos consejillos para bajar de forma segura cualquier
pendiente.
Observaremos primeramente el tipo
de terreno a descender, ya que no bajaremos igual por una pendiente con un buen
firme que por una pendiente accidentada.
Imagen de http://todobici.com.es |
Para bajar por una pendiente de
buen firme tendremos en cuenta dosificar la velocidad sin olvidarnos de las
posibles piedras sueltas y baches que podrían hacernos perder el equilibrio con
su consecuente caída. A la hora de frenar deberemos cargar el peso en la parte
trasera de nuestra maquina y aplicar más fuerza en el freno correspondiente a
esa rueda, ya que es preferible derrapar y dejarte un poco de rueda por el
camino, que bloquear la rueda delantera y salir por las orejas y dejarte la
cara en el suelo, además, cuanto más se frene con la rueda delantera, más
difícil será controlar la dirección. Por último, en este tipo de descensos
recordar la posición de los pedales, el interior siempre levantado respecto al
exterior.
Imagen de http://www.fotografia-decueva.es |
Ahora vamos con los descensos más
divertidos y donde soltamos una gran cantidad de adrenalina. En los descensos
por terrenos accidentados prestaremos más atención a nuestra posición sobre la
burra y a nuestro equilibrio. El primer punto a tener en cuenta es la tensión
de nuestro propio cuerpo, hay que bajar relajado pero sin llegar a confiarte
demasiado para reaccionar a tiempo ante cualquier obstáculo en el camino, ir
levantado en el sillín, con las rodillas y codos flexionados ayudará a
amortiguar los impactos, agacharte y flexionar brazos y piernas aproximará tu
peso al suelo y ganarás estabilidad, mientras que el retraso del peso hacia la
rueda trasera evitará que salgas por delante de tu bici en pendientes
pronunciadas y mejorará el descenso, en las curvas carga todo el peso en la
pierna exterior pisando el pedal. Fíjate por dónde vas a ir mirando más allá de
tu rueda delantera para anticiparte a lo que venga, mantén la inercia y una
velocidad que te permita no cometer errores, como salirte del camino después de
hacer un tramo rápido. Saltar es perder el tiempo, aunque es divertido y a
veces el terreno lo exige, así que intenta mantenerte pegado a él mientras sea
posible. Que sea cuesta abajo no significa que no se pueda pedalear, dale a los
pedales siempre que puedas y el terreno te lo permita. Afronta los tramos poco
adherentes a una velocidad adecuada, dejando que la bici ruede y sin usar los
frenos, levantar la rueda delantera evitara las zonas peligrosas, y recuerda,
que si esta pasa, pasará el resto de la bici y su piloto. El freno delantero es
el que detiene la bici, utiliza el trasero como apoyo, para llevar a tu burra
por donde quieras haciéndola derrapar. Por último, si conoces el terreno,
repasa el descenso mentalmente pensando dónde vas a frenar, dónde dar pedales,
como tomar las curvas…
Después de todo esto que os he
soltado solo me queda una cosa que decir, cada uno conoce sus límites y lo que
es capaz de dar en cada momento, si no os veis capaces de bajar por algún lado
siempre os quedará bajar lo más despacio posible, dejando pasar a todo aquel
que vaya detrás de vosotros con más velocidad, o echaros la burra al hombro y
bajar andado.
Ahora solo queda aplicar estos
consejos, así que, a coger la bici, buscar descensos y a disfrutar.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡VOY
PA´BAJOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!
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