miércoles, 4 de septiembre de 2013

RUTA TALAVERA-GUADALUPE. 125km

Como bien habíamos expuesto anteriormente la ruta se componía de ida hasta Guadalupe y vuelta a Talavera por otros caminos completando en dos dias una ruta casi circular desde Talavera-Guadalupe-Talavera.
Llegamos el domingo a Guadalupe con una paliza de 126,7 km y con el ánimo intacto para emprender la vuelta al dia siguiente. Un problema personal mío hizo que la aventura quedara en solo la ida, y hubiera que solicitar rescate. Sin embargo fue una pedazo de gesta, y asi lo compartiremos con todos.


Unos minutos pasadas las 9h chesto y yo estábamos en marcha dirección Calera y Chozas. Estos primeros km son muy conocidos, llanos todos. Desde Calera cogemos la Vía Verde de la Jara, que ya hicimos casi en su totalidad la semana pasada, ésta vez la hicimos entera hasta las Minas de Sta Quiteria. Total hasta éste punto, 70km aprox. una cifra nada despreciable ya que a partir de éste momento es cuando la ruta se ponía complicada de verdad.

Abandonamos la vía verde para partir dirección a Puerto de San Vicente, donde hicimos la parada para comer y reponer líquidos rellenando camelback y bidones. Desde éste punto del final de la vía verde el camino a seguir hasta Guadalupe es muy fácil ya que viene perfectamente señalizado por una ruta de gran recorrido llamado "CAMINO NATURAL DE LAS VILLUERCAS" con número GR13.

A continuación dejo un enlace donde hay mucha información sobre los caminos naturales en España: caminos naturales.

Ya nos habíamos dado cuenta que el perfil nos había cambiado radicalmente en el momento que abandonamos la vía verde y también eramos conscientes que lo que quedaba hasta el final ya no iba a variar mucho de lo que habíamos hecho en estos últimos km.

Para superar el momento delicado de volver a subirse sobre la bici con la tripa llena, nada mejor que una buena subida de un par de km para abandonar el pueblo. Arriba nos tiramos una foto para el recuerdo, creo que es la primera vez que salimos de Castilla la Mancha y entramos en otra comunidad, Cáceres en éste caso, partiendo desde Talavera. Ahí van las fotos:


A la izquierda Chesto mostrándose desafiante ante la nueva aventura en tierras extremeñas.

Desde aquí bajamos unos km por la carretera ya que el camino estaba muy peligroso y no merecía la pena jugársela.







A la derecha me despido de Castilla la Mancha, volveremos al día siguiente pensábamos.

Una vez hechas las fotos nos tiramos por la carretera abajo, en éste caso era la mejor elección ya que el camino tenía mucha pendiente y con mucho canto rodado y arena, por lo que por la peligrosidad del tramo no merecía la pena correr riesgos. Calculo que unos 5 ó 6 km de descenso para volver a pillar el camino natural villuercas, ahora dirección Alía.

Sin duda el tramo mas duro, toboganes rompepiernas se sucedían una y otra vez llegando a alcanzar pendientes durísimas donde las pulsaciones cogían su punto mas elevado del día. Sin duda estábamos ante el tramo mas duro de la jornada, a la vez que era también el mas espectacular en cuanto al paisaje y a las vistas de las que disfrutábamos. Alguna foto dio tiempo a tirar.


Había que continuar, debíamos llegar a Alía y coger provisiones de agua. A estas horas, entre las 15h y las 16h el calor estaba haciendo estragos. Creo recordar que en un par de ocasiones el termómetro marcó cerca de los 38º. Una vez mas hidratarse se convertía en esencial para poder pedalear y el tener aprovisionamiento de líquidos era una prioridad.

En Alía repostamos líquidos, una coca cola, aquarius...lo que hiciera falta y a por el siguiente pueblo, que para nosotros significaría el final de la etapa. Guadalupe estaba a unos 15 km aproximadamente nos dijeron en el bar donde compramos agua.

Lo que no dijeron es que las cuestas se volverían a suceder con frecuencia. Con mas de 100 km en las piernas, tengo que reconocer que yo al menos, ya tenía ganas de llegar. Cualquier pendiente en ascensión se hacía interminable.




Conejos, alguna liebre, hasta un zorro casi a primera hora del día, algún ciervo habíamos visto a lo largo del día, y en éste punto nos salieron no menos de una decena de jabalíes, contando unos mas grandes y otros que eran aún rayones. Una pena que no me diera tiempo a sacar el móvil para hacer la fotografía, pq era chulísimo ver como salían de todas partes a menos de 6 ó 8 mts de nuestra posición. Yo al menos, nunca los había tenido tan cerca jamás. Todo un espectáculo.

Arriba Javote con el viaducto de Guadalupe al fondo.
A la derecha Chesto, con la misma construcción al fondo, aquí se puede ver mucho mejor.

Guadalupe ya estaba a la vista y ésto hizo que nos subiera bastante el ánimo, y es que estábamos muy cerca de completar la etapa mas reina entre todas las que hemos realizado, al menos en cuanto a kilometraje.

Pero no habíamos terminado. Algún problemilla que otro todavía nos quedaba por suceder. A menos de 1 km de Guadalupe nos encontramos el camino cortado, teniendo que bajar de la bici y andar saltando obstáculos insospechados. Juzguen ustedes mismos.

En fin, las pruebas que nos pone el camino, digo yo.

Otra prueba mas, eran los últimos 600 mts con pendiente media de 17%, pero estoy seguro que algún momento de mas de 25% subimos en éste último tramo. Infernal la cuesta para llegar a Guadalupe, sin duda.

125,6 km marca el crono y entre las 17:30 y las 18:00 , estábamos en el final de la ruta.
RETO CONSEGUIDO.

MAS FOTOS DEL DÍA:
Llegada

Llegada

Llegada
Patio interior monasterio


Patio-comedor del hotel-monasterio
Fuente por casco antiguo de Guadalupe


































Sin duda un gran día para los locos del cycling. La pena es que a última hora, ya duchados y tomando nuestra merecida cervecita un chungo contratiempo hizo que tuvieramos que solicitar rescate otra vez y posponer la vuelta Guadalupe-Talavera para otra ocasión. Volveremos seguro.

Y para despedir la crónica, que es tanto de chesto como mía, el siguiente párrafo me lo adjudicaré solamente como palabras mías:

"Jamás olvidaré el día que pedaleé 125 km para llegar a Guadalupe, en parte por la gran gesta y esfuerzo, mas aún por esas velas que a mi llegada encendí en el monasterio y que usaste de trampolín para coger la mano de tu Ricarda. Salúdala de mi parte abu, ella ya no se separará jamás de vos"

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